Elkin Ramírez un legado inalcanzable
Por: Juan Francisco Jaramillo
Hacer rock en Colombia y sobrevivir con él siempre ha sido un constante lucha contra la corriente, esta situación era más notoria hace 30 o 35 años cuando no existían estudios de grabación acondicionados, ni personal especializado en técnicas de grabación para un género así y mucho menos sellos disqueros o medios dispuestos a invertir en un género musical que aún hoy oscila entre la marginalidad y la frivolidad a los ojos del gran público, eso sin hablar de la dificultad para los músicos de esa época de conseguir instrumentos o equipos de amplificación de calidad.
Contra todo pronóstico en ese ambiente convulso de la Medellín de los años ochenta surge una escena de rock, punk y metal definitiva para entender la música alternativa colombiana, nombres como I.R.A, Parabellum, Fértil Miseria, Masacre, Ekhymosis y quien nos ocupa, Kraken.
Con una notable influencia del rock duro y el heavy metal anglosajón, Kraken se formó a mediados de 1984 siendo fundamental el papel que asumió Elkin Ramírez (1962 – 2017) como vocalista, letrista y líder. Es importante señalar que por ese entonces Ramírez apenas contaba con poco menos de 22 años pero ya tenía tras de sí cierto bagaje como vocalista debido a su paso por otras agrupaciones y su constante disciplina y estudio para mejorar su presencia escénica, la técnica y el rango vocal.
Otro elemento fundamental de Kraken en su origen y posterior crecimiento fue la calidad de Elkin Ramírez como letrista, siendo este apartado uno de sus sellos definitivos. Desde aficionados, pasando por periodistas especializados hasta grandes músicos latinoamericanos elogian la capacidad de Elkin Ramírez para abarcar diversas temáticas, desde relatos épicos, pasando por críticas sociales y políticas hasta canciones de abordaje intimista.
Pese a que Kraken, al igual que muchísimas bandas colombianas no contaron con el favor de los grandes medios o los sellos disqueros, el carisma del vocalista antioqueño sirvió de carta de presentación para construir una base de seguidores constante y fiel hasta el final. Además de eso, Elkin Ramírez siempre estuvo dispuesto a colaborar con diversa cantidad de colegas de oficio, los homenajes y remembranza de jornadas sobre el escenario han sido una constante tras su fallecimiento por parte de músicos tan importantes como Juanes, Andrés Cepeda, Adrián Barilari de la banda argentina Rata Blanca, Paul Gillman de Venezuela o el caleño Jorge Fresquet, vocalista de la legendaria agrupación Kronos.
Elkin Ramírez además será recordado por su disciplina y tenacidad a la hora de emprender proyectos de gran envergadura que sacaran al rock de la marginalidad y lo acercaran a audiencias más amplias sin perder un gramo de autenticidad, quizá la prueba más evidente de esto ocurrió en 2006 cuando se propuso llevar a cabo un ensamble entre la Orquesta Filarmónica de Colombia y su banda, un concepto que ya había sido hecho en otras latitudes pero que en América Latina era inédito debido a la demandante complejidad de juntar dos mundos sonoros que en teoría, parecen antagónicos.
La huella que deja Elkin Ramírez en el rock nacional e iberoamericano es difícil de llenar, pocos músicos en nuestro entorno logran ser tan visionarios, disciplinados y tenaces en sus proyectos así como generosos y amables para entregarse a su público y sus colegas de oficio.
Entre quienes en mayor o menor medida tenemos que ver con el rock en Colombia siempre habrá un profundo sentimiento de gratitud hacia Elkin Ramírez, por ser pionero, visionario y líder, un completo titán.
SOBRE EL AUTOR
Juan Francisco Jaramillo
Comunicador Social Periodista Universidad del Quindío. Leer, coleccionar música, caminar, ver documentales..
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Twitter: @Juan_Mohan
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