El ayer que no viví, el hoy del que soy testigo
Texto y fotos: Christian Acuña
Constantemente las escucho, de noche ni siquiera paran, son las campanadas que la iglesia San Francisco de Asis da cada vez que las horas pasan. Supongo que ésta dobló sus campanas 19 minutos antes del movimiento que sentí, digo supongo porque estaba a tres horas de Armenia.
Hace 20 años tan solo era un pequeño que, a su corta edad, quería jugar, saltar, correr y tal vez aprender algo que sirviera para mi vida. En un camarote metálico me tomó por sorpresa un tambaleo, tal vez no fue lo suficientemente fuerte para sacarme despavorido a la calle, pero mi abuelo paterno y mi madre, palidecían sin mencionar una sola palabra.
Horas después las imágenes eran desalentadoras, no conocía a Armenia pero algunas calles me resultaban tan familiares que pensaba que algo malo pasaba donde vivía. Para fortuna nuestra, solo fue un susto, para la gente quindiana, una tragedia de grandes magnitudes.
Ajeno a esas calles de los noventa, jamás supe de la existencia de los bomberos de El Bosque, de la antigua asamblea, del Teatro Bolívar y otras edificaciones que hoy están ausentes. Sin pensarlo, siete años después, llegué a una ciudad medianamente renovada y, doce años y medio más tarde, he visto como la capital del departamento ha levantado de nuevo su territorio.
Propios, extraños, lugareños o forasteros que habitamos una tierra de ensueño, una ciudad que a pesar de la negligencia y desfachatez de algunos, ha sabido solventar algunas dificultades. Aún falta, pero el camino es largo y queda mucho por recorrer.
SOBRE EL AUTOR
Texto y Fotos:
Christian David Acuña Hincapié – Director de fotografía revista El Rollo
Comunicador Social Periodista Universidad del Quindío
Músico, fotógrafo y voleibolista rodillón - “Lo mío es la percusión”
Facebook: https://www.facebook.com/acuna.christian
Twitter: @nomedigadavid
Instagram: ch_drummer
Si te gustó este contenido ¡compártelo!