Arte Corporal y Resistencia
Editorial
Cuando propusimos el tema de nuestra edición “Arte Corporal” no nos imaginamos que dos meses después Colombia estaría en un despertar social y político. Nuestra intención era clara: luego de un año de agotamiento físico y mental a causa de pandemia, donde nuestras ediciones fueron digitales por primera vez en 12 años de trabajo periodístico, esta debía sacarnos un poco del tedio pasado y adentrarnos en lo que algunos han llamado “el nuevo comienzo”. Se propuso entonces ir más allá del tatuaje y enfocar la temática a todas las expresiones artísticas y culturales que redundaran en lo relacionado a la corporalidad. De esta forma nos llegaron diferentes trabajos que buscan mostrar y narrar ejercicios que se vienen dando en busca de repensarnos nuestro cuerpo y lo que consideramos corporal, como las calles, los barrancos y nuestros espacios.
De igual forma no podíamos ser ajenos a la situación que se vivió desde el 28 de abril, una movilización que había comenzado en 2018 y 2019, pero que se detuvo a causa de la situación mundial por la Covid -19, que incluso algunos, los conspirativos, afirmaron que el virus fue adrede porque estas protestas estaban teniendo un eco mundial y distintos países se encontraban en las calles.
Sabemos que lo sucedido durante estos meses no es nuevo, las formas y acciones del gobierno de turno han provocado un desconsuelo y una preocupación social que ya se venía gestando desde mucho antes, porque la historia nos ha mostrado que en Colombia, al parecer, vivimos en un bucle de situaciones que pasan y pasan, y vuelven a pasar y la pregunta es que o ¿no aprendemos? o ¿nos acostumbramos a vivir así? a que los de ruana sean los que peleen mientras que los politiqueros se reparten sus whiskys y sus vodkas. Y sin duda los protagonistas de este año fueron los caleños y la guardia indígena que se mantuvieron en resistencia a pesar de las estigmatizaciones y las formas que se buscaron para deslegitimar el actuar y, además, nos encontramos con un ejemplo de periodismo que nos dio el Canal 2 de Cali.
Por esto y más, abrimos este rollo con dos partes, la primera que procura conservar nuestra promesa temática con el Arte Corporal y la segunda con distintos trabajos y cubrimientos que realizamos durante meses en Armenia, Calarcá y el Quindío. Creemos que merecen ser parte de esta edición y desde El Rollo acompañamos y procuramos conservar lo que nos mueve que es el nuevo humanismo y el periodismo social, cultural y crítico. Por ello los invitamos a leer, compartir y contarnos a través de nuestras redes y correos ¿cómo vivieron las jornadas de movilización y cuál creen que es el camino que debe tomar Colombia? Esperamos sus comentarios y que inicie la lectura.